Desde que salís de tu casa  a la mañana te vas enfrentando paso a paso a situaciones que comienzan a transformar tu día en algo muy diferente de lo que tal vez habías planeado. Desde el tiempo que vas a tardar en llegar a la oficina hasta el corte de luz  que no te permite terminar ese trabajo que tenías previsto y con el que contabas realizar esa presentación antes del mediodía. Llamadas telefónicas en las que quedas boyando en un contestador, reclamos realizados una u otra vez a tu administración de consorcios sin encontrar respuesta y todo tipo de promesas incumplidas van formando parte de esa carrera diaria, en la que la meta cada vez parece estar más lejos.

Esa realidad que te rodea comienza lentamente a cambiar y a alejarse de tus expectativas. Comenzas a sentir una sensación que en principio comienza como un enojo pero que lentamente se va asentando y empezas a percibir una emoción de entrega a lo negativo llamada frustración. Y lo peor de todo es que te acostumbras a convivir con ella y de pronto las cosas más simples se vuelven imposibles pero aceptas en silencio que nada podes hacer para cambiarlo más que transitarlo de la mejor manera posible. “Al mal tiempo buena cara” (soles decir).

¿Pero podés hacer algo con esto para tratar de dar vuelta esta realidad?. Creemos que sí y te dejamos unos tips para que pruebes e intentes bajar el grado de frustración transformando la misma en escenarios satisfactorios.

  • Planifica, tené en cuenta que lo planeado la mayoría de las veces es mejor que lo improvisado.
  • Plantea escenarios de contingencia (plan B). Siempre es mejor tener más de una alternativa.
  • Objetivos claros concretos y alcanzables. No te pongas metas que no podés cumplir o que son muy difíciles con los recursos que contas o que recaen demasiado en escenarios que no controlas.
  • Involucrate con personas que cumplan con sus promesas. Obviamente siempre es mejor tratar con personas responsables y que estén en tu sintonía
  • Identifica escenarios caóticos y reemplazalos. Si haces algo siempre igual y siempre te sale mal, cambialo.
  • Expresate. Da a conocer tus puntos de vista cuando sentís que algo te genera un sentimiento frustrante. A lo mejor podés cambiar algo. No te lo guardes.

Solamente vos podés cambiar tu realidad, es solo cuestión que empieces a elegir mejor tus opciones.

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